Silencio, miedo e indignación: así avanza el caso del crimen de Lissi Camargo

A casi un mes del crimen ocurrido en la madrugada del 22 de mayo cerca al Castillo de Salgar, en jurisdicción de Puerto Colombia (Atlántico), persisten los cuestionamientos por el manejo del caso. Según ha trascendido, los vigilantes Wilmer Enrique Mercado Mendoza y William Sanjuan Núñez, señalados de disparar contra el vehículo donde se movilizaban Lissi Camargo y su yerno, Ángel José Daza, fueron capturados el 6 de junio y actualmente se encuentran en detención domiciliaria.

Ambos fueron imputados por los delitos de homicidio agravado y tentativa de homicidio, cargos que no aceptaron. Sin embargo, el juez les otorgó detención en casa debido a que no registraban antecedentes penales, decisión que generó indignación en la familia Camargo-Daza, quienes consideran que los implicados sí representan un peligro para la sociedad.

El caso tomó mayor relevancia luego de que se conociera un video de seguridad del conjunto residencial donde reside el exrepresentante Gerardo Vecino. En las imágenes se observa el momento exacto en que los vigilantes y el escolta del excongresista abren fuego contra la camioneta Duster en la que se encontraban Lissi y Ángel, en lo que resultó ser una confusión tras la falsa alarma de persecución dada por Vecino.

La Fiscalía ha indicado que tanto el escolta como Vecino son testigos del hecho y no serán vinculados al proceso penal, argumento que ha sido rechazado por la defensa de la víctima. “Queda claro en el video que los vigilantes no disparan hasta que Vecino abre la puerta de su vehículo. Ahí es cuando empieza el ataque, lo que indica una posible orden directa”, afirmó Ángel Daza, quien también resultó herido y ahora vive con secuelas físicas y psicológicas, según ha declarado.

Por su parte, la abogada Ilse Amira Ayala y el abogado Camilo Naranjo, representantes legales de la familia Camargo, han solicitado la inclusión formal de Vecino y su escolta como posibles responsables, argumentando que existen armas y proyectiles no registrados en la investigación, lo que podría indicar participación de más personas.

También han expresado su preocupación ante una posible propuesta de la Fiscalía para llegar a un principio de acuerdo con los procesados, medida a la que la familia se opone rotundamente. “No aceptaremos ningún trato que libere de responsabilidad a quienes causaron la muerte de Lissi. La reparación debe ser integral y la justicia debe llegar hasta las últimas consecuencias”, afirmó Naranjo.

Ángel Daza, quien sobrevivió al ataque, responsabilizó públicamente al exrepresentante Vecino de cualquier cosa que pueda ocurrirle a él o a su familia. “Vivimos con miedo, ansiedad, medicación y la sensación constante de estar en peligro. Solo queremos justicia”, aseguró.

El proceso judicial continúa, pero el silencio y las decisiones adoptadas hasta ahora han dejado un sabor amargo en los familiares de la víctima, quienes temen que el caso termine en la impunidad.