Mateo y Margarita, los biólogos que fueron asesinados en circunstancias similares a las de Nathalia y Rodrigo

Luego de conocerse la noticia que conmocionó al Magdalena y a todo el país, sobre el asesinato de la pareja de ambientalistas Nathalia Jiménez y Rodrigo Monsalve cuando se dirigían a disfrutar de su luna de miel en Palomino, vuelve a la memoria colectiva el similar crimen contra dos biólogos que fueron asesinados el 10 de enero de 2011 en San Bernardo del Viento, Córdoba.

Mateo Matamala y Margarita Gómez, quienes vivían juntos, estudiaban Biología en la Universidad de los Andes y a punto de graduarse, la historia de esa pareja tomó un giro rotundo, de acuerdo con El Espectador.

Mateo Matamala, bajo sus pilares de proteger al medio ambiente, decidió hacerse cargo de una manatí que vivía en los esteros de la unión entre el río Sinú y el mar Caribe, razón por la cual se trasladó hasta San Bernardo del Viento.

Faltándoles únicamente el proyecto de grado para obtener su título universitario, Mateo y Margarita, de 23 años, decidieron antes de realizar sus labores investigativas, tomarse unos días de descanso en esa zona costera del departamento de Córdoba.

Vacaciones con un desenlace fatal

El 4 de enero la pareja de biólogos recorrieron los lugares cordobeses, entre manglares y playas, nunca se imaginaron que lo que inició como una experiencia agradable terminaría tan mal. Y es que hombres de la organización posdesmovilización Los Urabeños, quienes luego pasaron a ser conocidos como el Clan del Golfo o la Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), los seguían.

Los criminales no se sentían a gusto con la pareja, que tomaba fotos y documentaban los paisajes del lugar, mismo lugar en el que ellos tenían el control.

El última día que pasaría la pareja en ese lugar, el 10 de enero de 2011, pues Margarita debía volar a Bogotá, por ello, Mateo se disponía a llevar a su novia hasta el aeropuerto de Montería y a la hora de recoger las maletas donde estaba acampando, fueron abordados por desconocidos que les dispararon en repetidas ocasiones.

A raíz del crimen, las autoridades apuntaban a responsabilizar al Clan del Golfo, quienes luego de la desmovilización de estructuras paramilitares del Bajo Cauca y del norte del país, se consolidaban en la zona.

Se llegó a pensar incluso que los entonces Urabeños habían cometido el crimen porque confundieron a la pareja ambientalista con agentes de la Sijín de Montería o con integrantes de la Fuerza Pública.

No obstante, se supo que el fallo condenatorio en contra de Cristian David Bravo Núñez fue porque los integrantes de dicha organización criminal se basaron en que los jóvenes no eran de la zona, razón por la cual decidieron acabar con la vida de la pareja para enviar um mensaje o alerta y asegurar que ellos tenían el control, señaló El Espectador.

En el fallo quedó consignado que los Urabeños actuaron de tal manera debido a “ninguna razón distinta a que querían hacer una afirmación violenta de su poder territorial al mandar a eliminar a dos personas por el sencillo hecho de que eran dos personas extrañas a la zona”.

Autores del crimen

Por información suministrada por un testigo, se supo que alias Nariz y Julián, mandos medios de los entonces Urabeños, fueron las personas que organizaron y ordenaron el asesinato.

Estos sujetos contactaron a Cristian David Bravo Núñez para que este a su vez les diera la orden a los sicarios alias Blanquito y Monito para cometer el homicidio. Bravo además fue el encargado de llevar a los sicarios al lugar del crimen para luego recogerlos.

A 44 años de cárcel fue entonces condenado Cristian David Bravo Núñez por orden de un juzgado de Montería, quien lo encontró culpable de los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego.

Pese a que el acusado se declaró culpable en un primer momento, el caso llegó hasta casación en Corte Suprema puesto que la Fiscalía y los familiares de las víctimas querían que la condenada fuese la máxima permitida por la ley. No obstante, el alto tribunal consideró que en segunda instancia se había impuesto una pena justa, por lo que no se debía aumentar.

Otro de los que cayó por el crimen fue Víctor Hinestroza Mena, más conocido como Blanquito, señalado de apretar el gatillo y disparar contra la pareja, por lo que lo condenaron a 49 años de cárcel por los delitos de concierto para delinquir agravado, porte ilegal de armas de fuego y homicidio agravado.

Por su parte, a Feliciano José Martínez, alias Nariz, quien también habría participado en el crimen, lo hallaron muerto con varios impactos de bala en la cabeza en la zona de Canaletes, Córdoba.

El caso se cerró con el sinsabor de perder a dos jóvenes que dedicaban su vida a la protección y conservación de los ecosistemas, animales y el medio ambiente y se supo que los responsables del crimen fueron los miembros del Clan del Golfo, uno de ellos Roberto Vargas, alias Gavilán, quien murió el 31 de agosto de 2017 en una operación del Ejército.

Similitudes de los dos crímenes

Nathalia Jiménez y Rodrigo Monsalve fueron declarados como desaparecidos desde el pasado viernes 20 de diciembre de 2019, cuando el padre de la mujer, habló con ella por última vez ese día, y durante la llamada, el señor Jairo Jiménez, le indicó a Seguimiento.co que cuando hablaba con su hija de repente escuchó unas voces de hombres que, al parecer, los iban a robar pero luego de eso la llamada se cortó.

“Yo escucho unas voces de unos tipos y se escuchaba, cállese o sino los chuzo, y desde ahí no supe nada más de ellos”, narró Jiménez a este medio digital.

La pareja de ambientalistas bogotanos se movilizaban en una camioneta Ford Escosport color negro con placas DAI 160 con rumbo a Palomino a celebrar pues tan solo 8 días antes se habían casado.

Nathalia era directora del programa Magdalena – Cauca Vive el cual desarrollaba en la fundación Natura, mientras que Rodrigo era estudiante de antropología y reconocido DJ de Santa Marta.

Pero, luego de este crimen que conmocionó al país por cometerse contra dos personas jóvenes, además en época de navidad, se encuentran ciertas similitudes con el asesinato de Mateo y Margarita.

Ambas parejas eran ambientalistas y mantenían un interés en la preservación del medio ambiente, además, fueron asesinados en cercanías al mar en zonas donde el Clan del Golfo tiene fuerte presencia y control territorial.

Los cuatro fueron asesinados de forma violenta, con varios tiros, y además se conoció que a Nathalia y Rodrigo los encapucharon y amarraron a un árbol luego del crimen.

Algunas hipótesis que manejan las autoridades de Santa Marta es que los motivos del crimen podría haber sido el robo de la camioneta en la que Nathalia y Rodrigo se movilizaban, misma que fue hallada hace pocas horas en una trocha del municipio de Uribia, en el departamento de La Guajira.

Vale recordar que en las últimas horas la Fiscalía informó sobre la captura de Jader Lozano Jaramillo, Andrés Felipe Socarrás alias ‘Pipe Vareta’ y Luis Alfonso Rodríguez Escobar alias ‘Luchito’, presuntos implicados en el homicidio de la pareja.

Pese a que se especulan muchas razones de por qué asesinaron a la pareja, las autoridades realizan las debidas investigaciones para esclarecer los motivos del crimen y dar con los responsables de este lamentable hecho.