Alfredo Saade, entre la fe, la política y la polémica: ¿Quién es el nuevo jefe de gabinete de Petro?

El nombramiento de Alfredo Saade Vergel como nuevo jefe de gabinete del presidente Gustavo Petro ha generado una oleada de reacciones en distintos sectores, tanto por su cercanía con el mandatario como por su historial cargado de controversias.

Saade, abogado de profesión y excandidato presidencial del Pacto Histórico en 2022, se ha posicionado como una figura cercana al círculo de confianza de Petro. Durante la campaña presidencial fue clave en acercar al electorado evangélico al entonces candidato, en medio de cuestionamientos sobre su supuesta falta de fe religiosa.

Sin embargo, su autodefinición como “pastor cristiano” ha sido ampliamente cuestionada por asociaciones evangélicas, que aseguran que no está ordenado ni tiene legitimidad para representarlas.

A lo largo de su trayectoria política, Saade ha militado en sectores de diferentes corrientes ideológicas, incluyendo partidos como el Centro Democrático y Cambio Radical, antes de sumarse al bloque de izquierda. En redes sociales se autodenomina “cristiano progresista” y ha defendido de forma vehemente el proyecto político de Petro.

No obstante, son sus declaraciones públicas las que más preocupan a analistas y opositores. En distintos espacios, ha sugerido cerrar el Congreso, limitar a los medios de comunicación e incluso reformar la Constitución para permitir la reelección presidencial. En una intervención reciente en Barranquilla, pidió abiertamente a Petro convocar una constituyente y postularse nuevamente a la presidencia en 2026, pese a que la reelección está prohibida en Colombia.

Además, Saade ha sido relacionado con el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Tuvo un contrato de más de 250 millones de pesos con la entidad, por el que recibía un salario mensual superior a los 21 millones, pese a que existen denuncias que indican que algunos de sus informes habrían sido copiados de otros contratistas. Por esta razón, la Procuraduría General le abrió una investigación preliminar.

Su rol dentro del Gobierno también ha sido ambiguo. En 2023 fue designado como encargado de coordinar la respuesta al problema del agua en La Guajira, un nombramiento que fue anulado por la Corte Constitucional al declarar inconstitucional el decreto de emergencia que lo sustentaba. A pesar de eso, ha seguido acumulando influencia en instancias como la Dirección de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior.

El nombramiento de Saade se da en medio de una creciente tensión institucional, con un presidente enfrentado al Congreso y promoviendo mecanismos de participación directa como la consulta popular, cuestionada por su legalidad. La designación de un aliado ideológicamente afín y con posturas radicales ha sido interpretada por algunos sectores como una señal de mayor confrontación política desde el Ejecutivo.

Aún está por verse cómo ejercerá Saade su nuevo cargo, que no está contemplado formalmente en la estructura estatal, y cuyas funciones dependerán en gran parte de lo que le delegue el propio presidente Petro. Desde su entorno aseguran que ahora actuará con mesura y bajo la responsabilidad institucional que el cargo exige.