Suegra de Chandosos

Nada es comparado con la lectura de una suegra, sobre todo la primera impresión. Sus espontáneas respuestas corporales de ese lenguaje que no pueden, ni quieren ocultar, cuando conocen al que se le presenta. Ese es un momento de verdad, único, para muchos que se recuerda toda la vida y traumáticos para otros que no lograron ni logran a pesar de los años superar.

Las suegras están por encima del bien y del mal y su único interés en la vida es que su hija o hijo quede en buenas manos, por ello no tienen contemplaciones en hacer sentir mal al de turno que, por muchas bondades que muestre en su apariencia, en realidad solo el tiempo podrá hablar; pero como es una apuesta a futuro ellas siempre van por el descarte y entonces es donde activan todas sus capacidades imaginativas para escanear.

Las que no saludan

Estas no responden las buenas noches, los buenos días, y cuidado se le ocurre decirle a la novia de su comportamiento porque ello deriva a los sobrenombres; te bautizan como sapo, llorón o mariquita por lo bajo. Recomendación: quédese callado no ponga quejas de ella con nadie que es una prueba de resistencia.

Las que las niegan

Nunca cuando llame a su casa y conteste la suegra se le ocurra pedirle que le pase la llamada, siempre se la va a negar, pero aproveche el momento para saludarla y dejarle un saludo a la novia. Punto.

Las que miran

Las suegras tienen un sistema incorporado de vista único. Su penetrante mirada a los ojos escudriña cuanto vericueto tienes escondido y aunque en el momento no dice nada, te enterarás al día siguiente de lo que resultó de esa escaneada que te hizo.

Las que judicializan

Las suegras no gustan de yernos con bigotes, ni pelo largo, ni calvos ni pantaloncitos apretados, ni los que usan camisas de flores o guayaberas, alérgicas a gordos, cachetones, orejones, cantantes, periodistas, policías, fotógrafos, abogados, futbolistas, pastores, taxistas, estilistas, policías, soldados, políticos, mototaxistas.

Advierten con la famosa frase "Ese hombre no te conviene para nada, ¿si viste como te mira?, ¡no respetó que estaba contigo para hacerlo, no me imagino cuando yo no esté lo que te hará por Dios!, y le repitan las palabras que le dijeron al popular Ban Ban en el Minuto de Dios, aquí no me lo traigas más a esa cara de violador”.

Claro, pero,¿cómo no se aprende la lección de la preguntadera, usted se entera de todo al día siguiente cuando hace la pregunta, que dijo tu mamá de mí?...

Las suegras están en este mundo para hacer valer su papel y, aunque pierden la mayoría de las apuestas que hacen con sus yerno,s permanecen en su misión como testimonio de la verdad. La misma que tiene embaucadores, tramposos, gente con título profesional dedicados a cabalgar sobre sus lomos mostrando solo evidencias inventadas para justificar la facturación.

La segunda madre

La parte buena de esta historia es está, la “Suegra de los Chandosos”, quienes no tuvimos como refutar las cascadas de verdades cuando nos pasaron el escáner y cursamos las difíciles pruebas de cada día en busca del amor esperado.

Hoy cuando nos sentamos en familia después de 22 años de compartir y nuestra suegra en su mecedora de hierro se balancea en medio del recordatorio de los alias, remoquetes, sobrenombres de los cuales en su verso utilizó, comprendimos dos cosas: Corregimos muchísimos defectos y actuaciones y le demostramos que la vaina con sus hijas era en serio. Entonces, en medio de la risa de los hijos y sus nietos, reconocemos que la verdad se toma un tiempo la cual se convierte en la más firme evidencia para dejar en títulos mayúsculos si mentimos o actuamos correctamente. Aparte que los frutos son motivos de alegría y amor de familia. Termina siendo la suegra nuestra segunda mamá.

La suegra es lo más parecido a la ciudad. Ella también es Mujer, recibe a todo el mundo y en medio de sus dificultades termina dándonos los espacios para que cada quien demuestre sus verdaderas intenciones, las cuales después de un tiempo deben arrojar sus propios frutos. 

Cuando se actúa de forma sensata los frutos son sensatos, cuando se actúa con mentiras, los frutos son procesos judiciales  inconclusos, a media máquina, confusos, enredados, oscuros, misteriosos, con permanentes mentiras y lo que es evidente con las confrontaciones no solo en casa sino con los vecinos cercanos y lejanos.

Las suegras como la ciudad dan un tiempo de espera, donde la realidad de la convivencia pone a prueba la capacidad de todos, la tolerancia, el respeto hacia la mujer, hacia las diferencias de criterio, el libre pensamiento y los discernimientos. Es decir, un conjunto social de elementos todos relacionados con el comportamiento humano que deja al descubierto nuestra verdadera personalidad, la capacidad de la sanidad mental en la cual actuamos y el corazón de lider  que se tiene.

La suegra nos descarta en la primera impresión, pero al pasar los años terminamos convenciéndola de las buenas intenciones porque se actuó en esa dirección. Pero infaltable también es el juicio de la ciudad cuando el personaje usó los buenos años de confianza para ratificar el vergajo que lleva por dentro y lo que representa. Un nicho de odio, resentimiento social, trampas, deslealtades, frustraciones, oscuros comportamientos criminales consecutivos evidenciados mas no condenados lo que le permite seguir portando la bandera del canalla.

Dios y las suegras perdonan a los chandosos cuando estos se arrepienten de corazón y escuchan a la madre que nos parió y a la que Dios nos regaló, porque saben que cursaron los caminos del amor y la familia; pero la ciudad se toma un tiempo para juzgar a quienes invirtieron los años de confianza que les depositó para sacarle provecho a sus propios intereses dejando un testimonio de pobreza., desesperanza, incumplimiento, vergüenza y engaños. Así es como nacen en las sociedades los ¡NO MÁS ¡BASTA YA!

Gracias suegra mía, gracias madre…

A los perros criollos se les conoce en el lenjuage de pretil, como Chandosos... Carecen de apellidos con historia y renombre, pero tienen el linaje  de la fidelidad y la lealtad de corazón.