Portimonense: la luz al final del túnel para Jackson Martínez

Cuando estaba en su mejor momento deportivo el F.C. Barcelona lo tenía en la carpeta. Una lesión en el tobillo lo fue alejando paulatinamente de la acción en las canchas de fútbol hasta dejarlo sin equipo. Dos años después, luego de una larga y tortuosa recuperación, el artillero de Quibdó reapareció con la ilusión de volver a marcar goles, lo mejor que sabe hacer. Recientemente, después de ser ratificado en su club, donó equipos médicos a su pueblo natal para hacerle frente a la Covid19.

La carrera deportiva de Jackson Martínez estuvo hasta el día de su lesión siempre llena de goles, títulos y alegría. En 2009 con tan solo 23 años se convirtió en el máximo goleador del rentado local con 18 anotaciones, rompiendo el record de goleo en torneos cortos que ostentaba uno de los grandes artilleros del fútbol colombiano: Leider Calimenio Preciado. Ese año Jackson no fue solamente Bota de Oro por encima de jugadores como: Teófilo Gutiérrez y Giovanny Moreno, estrellas fulgurantes del rentado local, sino que también guió al Independiente Medellín a un nuevo título.

En esa serie de dos partidos contra el Atlético Huila, que inicio en el estadio Plazas Alcid de Neiva, Jackson le dio la ventaja a su club anotando el único gol en un vibrante encuentro donde ambos equipos demostraron porque estaban peleando el título. En el enfrentamiento de vuelta en la ciudad de Medellín con el Atanisio Girardod vestido de rojo y azul, el número 9 marcó el empate para su equipo que hasta ese momento veía como se complicaba la situación y después de un intento de chilena suyo, Luis Fernando Mosquera aprovecha un revote y anota el segundo para darle la tranquilidad al equipo dirigido en ese entonces por Leonel Álvarez.

Ese sería el último partido de Jackson Martínez con el Deportivo Independiente Medellín, club con el que debutó profesionalmente en el año 2004 bajo la tutela de Pedro Sarmiento. En las temporadas que siguieron hasta el año 2008, ‘Cha Cha Chá’ no se pudo consolidar porque no le dieron muchos minutos, pues, en la plantilla estaban delanteros como: Jorge Horacio Serna, Diego Álvarez, César Valoyes y el sorprendente Juan Pablo Pino, nombres que mantuvieron lejos de la titular al jugador chocoano, quien no se desesperó y fiel a su estilo trabajó duro para conseguir la oportunidad de brillar.

Con la camiseta del Deportivo Independiente Medellín anotó 52 goles, pero fueron los que marcó en la temporada 2009 los que le dieron el estatus de goleador y el salto al fútbol del exterior. Cuando todo estaba casi listo para irse al Ulsan Hyundai del fútbol coreano, Jackson Martínez prefirió quedarse en América Latina, fue así como llegó en el año 2010 al club Jaguares de Chiapas de la Liga MX de México.

Jaguares de Chiapas no solo fue el primer equipo de Jackson en el exterior sino en el que se consagraría definitivamente como un goleador de talla mundial y del cual daría el salto al fútbol europeo. En la primera temporada en el club marcó 9 goles que contribuyeron a que su equipo se clasificara a la fase inicial del Copa Libertadores.  

La temporada siguiente no fue muy rentable en goles para el atacante colombiano, pero en ese momento ya se había consolidado en el club y lucía en su brazo izquierdo el brazalete de capitán. En el torneo 2010-2011 consiguió anotar 7 tantos en 20 partidos jugados. Después de un campeonato irregular, porque la figuración y valía de un delantero se mide por lo goles marcados, ‘Cha Cha Chá’ encontró su mejor forma deportiva y con 20 goles en 35 juegos se convirtió en el artillero de su club. Las propuestas de compra llovían desde todas las direcciones del orbe, pero el hombre de Quibdó se decidió por Portugal, la referencia que le habían dado del país y de un club en particular Radamel Falcao García, Fredy Guarín, James Rodríguez y Juan Fernando Quintero, compañeros de Selección, lo hicieron aceptar la propuesta del Oporto.

Con los ‘Dragones’ Jackson Martínez vivió su mejor etapa como deportista: en su primer año con el equipo lograría coronarse Campeón del rentado y también consagrarse como máximo goleador con 26 tantos, seis más que su perseguidor Rodrigo Lima del Benfica. El siguiente torneo 2013-2014 fue igual de exitoso para Martínez que logró marcar 20 goles, cuatro más que el segundo en la tabla de artilleros: Derley del Marítimo, no obstante, al éxito notable del jugador colombiano, su equipo quedó tercero en la tabla de posiciones. Al final de ese campeonato, Jackson estuvo en la órbita del F.C. Barcelona.

La temporada siguiente el atacante colombiano siguió demostrando sus méritos deportivos y nuevamente se consagró como goleador con 21 celebraciones, cuatro más que el segundo en esa competencia: Jonas Oliveira del Benfica, ese año el Oporto quedó en el segundo lugar del campeonato. Con el uniforme blanquiazul Jackson Martínez jugó 136 partidos y anotó 96 veces, cifras que lo catapultaron y nuevamente eran muchos los clubes que se lo peleaban, su pase que había sido tasado en México por 8.8 millones de dólares ahora rondaba los 35 millones de euros.

Equipos como el Manchester United de Inglaterra, Milan y Nápoles, de Italia, mostraron interés por el atacante colombiano, pero fue el Atlético de Madrid quien se hizo a los servicios del artillero de Quibdó. Jackson llegó al club motivado por el éxito notable que en éste había obtenido su compatriota Radamel Falcao García y el nivel competitivo internacional logrado bajo las órdenes de Diego Pablo Simeone, no obstante, las cosas no saldrían según lo presupuestado.

Con los ‘Colchoneros’ Martínez disputó 22 partidos y anotó solamente 4 goles. El atacante colombiano no se pudo acoplar al sistema de juego y al ambiente del fútbol español, bajando notablemente su nivel. Europa es un espacio de mucha exigencia deportiva sobre todo para los futbolistas, que podría decirse son los que más acción tienen semana a semana.  La temporada siguiente las directivas lo dejaron marchar con rumbo al Guangzhou Evergrande de China, recuperando un gran porcentaje de su fichaje el año anterior.

La salida del colombiano estuvo precedida de mucha polémica en la prensa española que criticaba duramente a las directivas del club por haber invertido tanto dinero en un jugador que nunca pudo responder a la afición con fútbol y goles, para lo que fue traído desde Portugal. Simeone terció en la andanada de ataques contra el colombiano, pero al final se lavaría las manos diciendo que el fracaso de Jackson no había sido asunto suyo ni tampoco de los directivos, asestando un golpe bajo a la dignidad del delantero chocoano.

Luciendo los colores del Guangzhou Evergrande jugó 15 encuentros y marcó cuatro goles. En 2015 defendiendo la camiseta de la Selección Colombia Jackson Martínez sufrió una lesión en el tobillo, molestia que reapareció en suelos asiáticos, obligando al jugador a someterse a varias operaciones para acabar definitivamente con sus dificultades físicas, no obstante, a las intervenciones quirúrgicas nada cambiaba y los dolores no cedían, impidiendo el regreso del deportista a las canchas de juego.

La recuperación tardó un poco más de dos años en los que Jackson Martínez se alejó casi que totalmente del mundo exterior para concentrarse en su recuperación, pues todos los pronósticos médicos indicaban que su futuro era el retiro inminente. En redes sociales se le vio muy reflexivo en ese tiempo, compartiendo con su familia, amigos como Juan Guillermo Cuadrado, con quien lo une una larga historia deportiva y de amistad. 

El 23 de septiembre de 2018 después de una tortuosa recuperación y varias operaciones en su tobillo, Jackson Martínez regresa al fútbol activo con la camiseta de modesto Portimonense, equipo que compite año tras año con el único objetivo de mantener la categoría. El año inmediatamente anterior ese objetivo se cumplió, logrando la posición 12 con 39 puntos. En sus primeros 27 partidos después de una larga inactividad, el atacante marcó 9 tantos, aunque no son los números de antes, son celebraciones que le dicen a Jackson que su esfuerzo ha valido la pena.

Los nueve tantos le valieron la renovación para esta temporada, en la que luce el cintillo de capitán, hecho que sin duda levanta la moral de cualquier deportista, más si como Jackson está ad portas del retiro y hace un esfuerzo sobrehumano por jugar. En un programa radial expuso los efectos secundarios de la exigencia física de los partidos y el entrenamiento así: "¡Es una lucha diaria! Cada entrenamiento, cada instante en que me meto en la cama para dormir... Casi todas las noches, alrededor de las 3 o 4 de la mañana, como si fuera un reloj, mi sueño es interrumpido debido a alguna molestia en el pie. Después de unos minutos se pasa y vuelvo a dormir”.

Portimonense fue la luz al final del túnel para Jackson Martínez quien tal vez nunca más pueda volver a intimidar las defensas y los arqueros en Europa, pero los minutos de acción y la confianza otorgada por el técnico para ser su voz dentro del campo, son un justo premio para un hombre que durante dos tortuosos años dejó claro que haría lo que estuviera a su alcance para volver a las canchas.

La humanidad y sentido social que se despertó con mayor intensidad luego de su cercanía con Dios durante el largo periodo de dolor y tristeza por no poder jugar al fútbol, lo motivó a donar al municipio de Quibdó los equipos e implementos médicos y tecnológico necesarios para adecuar y poner en servicio para cuatro camas para la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital local para hacerle frente a la Covid19.

Tal vez este sea el último año de Jackson Martínez en Europa, tal vez nunca más vista la camiseta de la Selección Colombia que defendió en 40 partidos y anotó 9 goles, uno de ellos en el Mundial de 2014 en Brasil ante Japón; pero el impulso y la gratificación que le proporcionan haber vuelto a la actividad deportiva contra todos los pronósticos, pueden ser suficientes para que retorne al fútbol colombiano o mexicano para desandar sus pasos y terminar su carrera deportiva como quienes seguimos sus pasos en el fútbol soñamos que lo haga: ¡saliendo Campeón y siendo goleador!