Por ganarse $150.000 samario viajó a Cartagena y lleva más de seis días desaparecido

Un verdadero drama es el que vive la familia Polo Barcenillas desde el pasado fin de semana cuando uno de sus miembros emprendió un viaje hacia Cartagena para ganarse $150.000.

Se trata de Jader Alfonso Polo Barcenillas, un hombre de 35 años y quien se desempeñaba como taxista en la ciudad de Santa Marta. De acuerdo a lo manifestado por su hermano Walter Polo, a Jader lo contactaron dos empleados adscritos a la empresa Construcciones y Servicios Especiales SAS de la ‘Heroica’ para que los trasladaran por tierra desde la capital del Magdalena hasta esa ciudad.

Fue así como a las 12:30 del pasado 07 de noviembre, Jader emprendió el viaje, llegó a Cartagena a eso de las 5:00 am e inmediatamente se comunicó con su esposa para manifestarle que habían llegado bien y que regresaría al día siguiente; sin embargo, las horas pasaron, los días también y Jader no se comunicaba con su pareja, ni con ningún miembro de su familia, lo cual generó preocupación en sus familiares, tanto así que su hermano Walter Polo se trasladó hasta la ciudad de Cartagena el día domingo 10 de noviembre para averiguar por el paradero de su pariente.

Empezó por el Mercado Público, donde le dieron las indicaciones para llegar a la empresa para la cual su hermano estaba prestando el servicio de conductor. Cuando llegó allá, fue atendido por el administrador de la misma, quien fue el encargado de dar la noticia que ellos menos esperaba, pues resulta que, a su llegada a Cartagena, tanto su hermano como los otros samarios se trasladaron hasta dos islas de la ciudad para realizar unos trabajos de succión en unas fosas sépticas y que lastimosamente la lancha en la que venían se había hundido en medio del mar y que Jader era el único que estaba desaparecido; no obstante le dijo “no se preocupen que todos ellos tenían su chaleco salvavida”.

Las lágrimas en Walter no se hicieron esperar, pues sabía que Jader, el menor de sus hermanos no sabía nadar y que si habían pasado tantos días y él no había aparecido era porque algo malo le habría ocurrido.

La versión de los compañeros

Él no se conformó y le pidió al administrador que le permitiera hablar con las personas que lo habían contratado y fue así como logró contactarlos y esta fue la versión que les dieron:

“Fuimos a hacer un trabajo en Isla Grande, exactamente a succionar unas fosas sépticas con unos tanques de mil litros, llevábamos tres tranques en la lancha y todo iba bien, sin embargo cuando ya veníamos de regreso a Cartagena después de haber terminado el trabajo la lancha empezó a  hundirse y su hermano nos manifestó que él no sabía nadar, por lo que  nosotros le amarramos un tanque en la cintura y le dijimos que se aguantara y lo dejamos ahí en lo que quedaba de la lancha, mientras nosotros nos sujetamos en los otros tanques de mil litros que estaban flotando”, le dijeron a Walter.

Para él, esta versión lo dejaba con más duda ¿Por qué no ayudaron a su hermano? ¿Por qué su hermano estaba montado en una lancha si había sido contratado para otro servicio? A esos interrogantes nadie le dio respuesta, es por ello, que él no tiene ni idea bajo que condiciones su hermano accede a subirse a ese medio de transporte marítimo.

Visita a la base naval

Con un nudo en su garganta y sin saber cómo avisar a su familia, Walter se trasladó hasta la base naval de Cartagena donde le confirmaron la información que le habían dado en la empresa. Les manifestaron que el siniestro había ocurrido el viernes a eso de las 4:30 de la tarde y solo hasta las 8:00 de la noche unos nativos le habían dado aviso de unas personas que se encontraban en medio del mar por el hundimiento de una lancha. Inmediatamente el cuerpo de oficiales se trasladó hasta la zona, donde lastimosamente solo encontraron la billetera y el tanque que se le había amarrado a Jader para que no se hundiera.

“Nos dicen que ellos no llevaban ningún chaleco y que encontraron al resto de los tripulantes, pero a mi hermano no”.

Para Walter esta historia estaba incompleta, pues no comprendía como las personas que dieron aviso a Guardacostas habían nadado por mas de tres horas para dar aviso a las autoridades, por lo que se trasladó hasta las islas para buscar a estos nativos para que le dieran su versión de los hechos.

Al abordarlos le dijeron “ellos nos contrataron y nos pidieron que los trasladáramos a Isla Grande y luego a Isla El Tesoro, cuando la embarcación empezó a hundirse,  cada uno cogió un tanque y a tu hermano lo dejaron ahí con un tanque de aceite color azul y él desesperadamente estaba sujetándose a su cintura, luego llega la base naval y los rescata, pero de tu hermano solo encuentran la cartera y el tanque”, le explicaron.

Seguimiento.co, se puso en contacto con el Capitán Jorge Enrique Herrera, comandante de Guardacostas del Caribe, para conocer cómo avanzan los operativos de búsqueda y esto fue lo que dijo:

“Después de una operación de búsqueda y rescate que dio inicio el pasado viernes, luego de que unos nativos nos dieron aviso de que una embarcación se había volteado por condiciones atmosféricas, rescatamos a varias personas, pero faltó uno, fue así como  al día siguiente sacamos un helicóptero de la Armada Nacional pero no hemos dado con el rescate de la persona”, explicó Herrera.

Agregó que las operaciones de búsqueda y rescate continúan “tenemos unidades de Guardacostas patrullando, al gremio marítimo activo para que nos den aviso de algún resto de embarcación que ellos puedan observar y seguimos en la búsqueda, nosotros dentro del protocolo tenemos 30 días de búsqueda desde el momento en que ocurrió el hecho” puntualizó.

Esperanza y realidad

Por ahora la familia solo espera una respuesta, Walter manifiesta que ha sido una situación muy difícil y dura para ellos, pues Cartagena es una ciudad costosa y han tenido que hacer muchos gastos para encontrar respuestas sobre el paradero de su hermano.

“La verdad ya no tengo lágrimas, ahora lo que tengo es rabia e impotencia de no encontrarlo y llevarlo para mi casa, quisiera tener esperanzas, pero tengo que ser aterrizado y tener los pies en la tierra, lo que queremos es que las autoridades nos den la atención que necesitamos”, manifestó.

Vale la pena mencionar que Jader Polo era padre de dos hijos menores y residía en el barrio Santana, cerca a la Terminal de Transporte de Santa Marta.