Red de Salud Pública del Magdalena, en estado crítico

Los datos controvierten encuestas que ubican a Carlos Caicedo como el gobernante que mejor ha resuelto los problemas provocados por la Covid19: después de un año, en las subregiones Norte y Río donde operan alrededor de 13 hospitales no se ha habilitado ni una sola Unidad de Cuidados Intensivos; un estudio de Minsalud estima que el departamento tiene un déficit de 400 especialistas y, como si fuera poco, de los 99.089.460.555 de pesos apropiados para la atención y mitigación de la emergencia sanitaria en la vigencia 2020, solo se comprometieron 61.364 millones, dejando de ejecutar en beneficio de todos los 37.000 restantes.

El 18 de febrero de la presente anualidad, en medio de la polvareda que armó el gobernador Carlos Caicedo por la designación de Juan Pablo Díaz Granados como representante del alto gobierno para la entrega de vacunas al departamento del Magdalena y la ciudad de Santa Marta; el profesor Edwar Torres Ruidíaz explicó matemáticamente la razones que sustentaron el número de vacunas inicialmente destinadas para la primera línea de atención de la Covid 19 y dejó al descubierto situaciones bastante preocupantes de cara al tiempo que falta para alcanzar la anhelada inmunidad de rebaño.

Decía el profesor Torres, quien en el periodo pasado fue diputado y también candidato a la Gobernación, que “Magdalena fue de los departamentos que menos fortaleció su red de atención en salud para el covid-19” y tiene razón, también la tienen quienes han dicho que la ejecución de los recursos y las prioridades en inversión han estado alejadas de la realidad que vive el departamento.

En este escrito trataremos de reforzar las ideas esbozadas en el artículo titulado: “Vacunas para el Magdalena: más intrigas que gestión”, publicado en distintos medios de comunicación.

Recomendamos: Vacunas para el Magdalena: más intrigas que gestión

Deficiencias en la ejecución de los recursos

Según certifica Rita Hernandez, profesional especializada del Área Funcional de Presupuestos de la Gobernación del Magdalena, para la vigencia 2020 se apropiaron para la atención y mitigación de la emergencia sanitaria provocada por la Covid 19 la suma de 99.089.460.555 de pesos, de los cuales se comprometieron 61.364.187.725 pesos, lo que a simple vista indica una inejecución de 37.000 millones de pesos.

De ese gran total comprometido que sobrepasa los 61.000 millones, solo pudieron ejecutarse  o se desembolsaron pagos por 45.136.302.058 pesos, quedando saldos pendientes por algo más de 16.000 millones de pesos. Según el documento entregado por la citada funcionaria, los programas de inversión a los que fueron destinados los recursos, la apropiación definitiva para cada uno de ellos, el compromiso y los pagos efectuados fueron los que a continuación se presentan:

Partiendo de la información suministrada por el área de presupuesto de la Gobernación se evidencia una deficiente ejecución de los recursos en diferentes áreas de gran importancia como por ejemplo la Adquisición de elementos y acciones de bioseguridad para los IE oficiales para lo que se adjudicaron 1.849.324.280 millones de los cuales no se comprometió ni pagó un solo peso; o la Dotación de equipos biomédicos para el fortalecimiento de los servicios de urgencias de los hospitales de baja complejidad para la atención de la población afectada por el coronavirus Covid 19 en el departamento del Magdalena de acuerdo a la Resolución 1940 de 2020, para lo que se destinaron en el papel 741.936.000 millones que tampoco se comprometieron ni pagaron, o para mencionar otro ejemplo la Adquisición de Ambulancias para el transporte asistencial de pacientes en el Departamento del Magdalena, intención para la que se apartaron 4.518.256.333 millones, se comprometieron: 4.432.721.738, pero no se hizo ningún pago, como se puede apreciar en el cuadro.

Otros detalles negativos a resaltar del documento enviado por la profesional especializada del Área Funcional de Presupuestos de la Gobernación del Magdalena, tienen que ver con la ejecución del monto más alto apropiado durante el año anterior que ascendió a 20.846.053.410 millones, de los cuales se comprometieron tan solo: 7.741.928.634, es decir, un poco más de la tercera parte de los mismos y se efectuaron pagos por 6.296.060.870 millones. Evidente negligencia y displicencia con la ejecución de los recursos que puede tener incidencia directa en las cifras de muertes.

Y aunque desde la Gobernación se trata de jugar con las estadísticas y hacer comparaciones tratando de exculparse, y vendiéndose como buenos gestores, lo dicho hasta aquí sugiere otra cosa.  Coincidimos en este punto con la afirmación desesperanzadora pero real contenida en el artículo en comento, en el sentido de que “en Magdalena nos enfermamos menos pero se nos murieron más personas. Un indicador posiblemente ligado a la deficiente calidad u oportunidad de atención en salud”.

Ver: documento ejecución de recursos del covid-19 en 2020

Capacidad instalada en los hospitales públicos del Magdalena

Otra de las críticas que se formulaban en la publicación del portal Seguimiento.co al nuevo Gobernador, tiene que ver con la capacidad instalada en los hospitales del departamento, sector para el que se apropiaron, a través del programa: Fortalecimiento de Capacidades instaladas de Ciencia y Tecnología para atender problemáticas asociadas con agentes biológicos de alto riesgo para la salud humana en el Departamento del Magdalena, con aporte del Sistema General de Regalías la suma de: 7.999.707.919 pesos, de los cuales se comprometieron alrededor de: 5.526 millones y solo se ejecutaron pagos por: 800.840.000 pesos.

“La gestión comparativa del Magdalena entre los 33 departamentos y Bogotá se resume en un puesto 23 por capacidad instalada de UCIs, puesto 30 en unidades de cuidados intermedios (claves para los municipios más alejados), puesto 17 en incremento de UCIs y puesto 14 en porcentaje de pruebas realizadas. De regular hacia abajo”, explica Torres Ruidíaz, economista de profesión. Tiene razón también en eso y pasamos a revisar por qué.

El documento: Estimaciones de disponibilidad, requerimientos y Brechas de Talento Humano en Salud –THS– para la atención COVID-19 en Unidades de Cuidado Intensivo, Cuidado Intermedios y Hospitalización de baja complejidad, publicado por el Ministerio de Salud en julio de 2020, hace un listado riguroso de los profesionales vinculados y disponibles por las redes de atención en salud en todos los departamentos del país, advirtiendo el número de médicos especialistas faltantes para ofertar un óptimo servicio en cada una de las etapas de desarrollo del virus en pacientes hospitalizados. 

Comenta el texto que “para estimar los requerimientos de THS, se parte de las proyecciones de incremento de demanda de servicios hospitalarios y ambulatorios relacionada con el crecimiento de la pandemia en Colombia, se tomó una tasa diaria de contagio del virus COVID-19 proyectada de 1,2 personas contagiadas por cada contacto con una persona con infección activa”, es decir, todas las decisiones tomadas desde entonces estuvieron sustentadas en los resultados arrojados luego del cruce de información.

Según el Ministerio de Salud, el departamento del Magdalena cuenta con 85 especialistas de cuidado crítico adulto y pediátrico, medicina interna, anestesiología y cirugía general; 1.282 Médicos Generales; 1.119 Enfermera; 408 terapeutas y, 4.289 auxiliares.

Informa igualmente sobre las deficiencias notables de personal especializado en cada una de las fases de desarrollo de la Covid19 así: para el primer momento se presentan deficiencias de 13 Especialistas en cuidado crítico adulto y pediátrico, medicina interna, anestesiología y cirugía general y 19 terapeutas: profesionales en fisioterapia y terapia respiratoria.

En la segunda fase, se necesitan los mismos profesionales antes referenciados en mayor número: 48 y 73 respectivamente. Caso similar ocurre para la etapa III, donde se adolecen de 83 y 127 médicos. En el momento más crítico, el IV, la situación es aún peor, porque hacen falta para alcanzar el mínimo requerido por el Ministerio para una óptima red de atención en salud: 117 y 181 profesionales.

Durante el año 2020 la red pública de salud del departamento funcionó con un déficit de más o menos 400 especialistas y según informa Crispín Pavajeau Villazón, Jefe de la Oficina Asesora Jurídica de la Gobernación del Magdalena, solo se firmaron dos contratos con especialistas: uno con: Abraham Enrique Katime Zúñiga y otro con Erik Alexander Borja Large.

Aunque desde la oficina de contratación de la Gobernación no enviaron las actas de ejecución e interventoría o supervisión del contrato, fue imposible verificar si cumplieron con el objeto del mismo, pero afirmamos que no estaban atendiendo pacientes en primera línea en unidades de cuidado intensivo en municipios con alerta roja y naranja por cuenta de las muertes y el contagio.  Como es apenas obvio, la situación se hace más compleja en los municipios alejados de la capital: “en los municipios distintos a Santa Marta empeoró esta perversa relación: Aunque su tasa de contagios baja al 0,8% (posiblemente por la menor cantidad de pruebas), su tasa de letalidad aumenta a 5.8%, mayor al promedio departamental y nacional”, se lee en uno de los apartes de la columna: Vacunas para el Magdalena: más intrigas que gestión, que ha guiado la construcción de esta nota.(Ver documento)

En este punto es importante mencionar, que la asignación de vacunas para los médicos de primera línea que tanto escozor causó a nivel nacional por cuenta de los pataleos del gobernador Caicedo y su afán de polémica, dependía exclusivamente de estas cifras. “La asignación a cada departamento depende de la cantidad de personal en primera línea de atención del covid-19, más Unidades de Cuidado Intensivo, las cuales suponen mayor cantidad de personal para atender la pandemia y, precisamente, Magdalena fue de los departamentos que menos fortaleció su red de atención en salud para el covid-19”, expone el profesor Torres Ruidíaz con bastante acierto y los números de MinSalud lo respaldan.

Si hablamos de las camas UCI de las que disponen los hospitales del departamento distintos al Universitario Julio Mendez Barreneche, los números pueden explicar por qué algunos de esos municipios han tenido tantas muertes por cuenta de la Covid19.

En la subregión norte solo hay 14 camas UCI para adultos en el Hospital San Cristóbal de Ciénaga. En los hospitales de Algarrobo, Aracataca, El Retén, Fundación, Pueblo Viejo y Zona Bananera después de un año de la emergencia sanitaria producida por la Covid19 no tienen una sola unidad de cuidados intensivos habilitada. En estos municipios se han presentado: 4, 19, 12, 55, 46 y 38 muertes por el virus, respectivamente. Ciénaga a pesar de contar con UCIs, ha reportado a fecha de hoy casi 200 fallecidos.

La subregión centro solo cuanta con 14 camas UCI, registradas en el Hospital Fray Luis de León de Plato, los restantes 6 hospitales: ESE Hospital 7 de agosto (Plato), Ese Hospital Alejandro Maestre Sierra (Ariguaní), Ese Hospital Local de Chibolo (Chibolo), Ese Hospital Local Nueva Granada (Nueva Granada), Ese Hospital Local Sabanas de San Ángel (San Ángel) y Hospital de Tenerife (Tenerife), no tienen una sola unidad de cuidados intensivos habilitada. 

Las cosas son más preocupantes en la subregión río, en la que opera los hospitales: Hospital Santander Herrera (Pivijay); ESE Hospital Local de Concordia (Concordia); ESE Hospital San Pedro de El Piñón (El Piñón); ESE Hospital de Pedraza (Pedraza), ESE Hospital Local De Remolino; Hospital Local De Salamina, Ese Hospital Local De Sitio Nuevo; ESE Centro de Salud Zapayan y ESE Hospital Cerro de San Antonio, pues no registran una sola cama UCI.

Igual situación viven en la subregión sur los siete hospitales que allí funcionan: ESE Hospital La Candelaria y ESE Samuel Villanueva Valest (El Banco); ESE Hospital Nuestra Señora Del Carmen (Guamal); ESE Hospital Local Pijiño del Carmen (Pijiño del Carmen); ESE Hospital Rafael Paba Manjarrez (San Sebastián); ESE Hospital Local San Zenón (San Zenón); ESE Hospital Local Nuestra Señora Santa Ana (Santa Ana) y ESE Hospital Local Santa Bárbara de Pinto (Santa Bárbara de Pinto), carecen de unidad de cuidados intensivos.  (Ver documento Excel enviado por Sec. Salud Departamental)

Lo dicho hasta aquí puede ser la razón principal de otra de las afirmaciones del exdiputado en su artículo: “los alejados municipios del sur, río y centro del Magdalena, la mayoría desprovistos de UCIs, debieron acudir a las del Cesar y del Atlántico, que en cambio sí fortalecieron UCIs y unidades de cuidado intermedio en sus municipios distintos a las capitales. Si en la segunda ola no hubo más muertes en los municipios del Magdalena, a pesar de la masiva migración navideña recibida, fue por factores desconocidos del virus que quedaran en el misterio, pero no por inversión en la red de salud ni en el incremento de las pruebas por parte de la Gobernación.”

Se agrava más el asunto si se observara en detalle la disponibilidad de puntos de conexión de oxígeno, que como se sabe, es el lugar donde se encuentra la salida del gas, la cual se conecta generalmente a una manguera y una mascarilla para proveer oxígeno al paciente. Puede decirse que sin puntos de oxigeno no tiene sentido una Unidad de Cuidados Intensivas, más aún cuando el virus ataca las vías respiratorias.

Según informe enviado a quien escribe por el Secretario Departamental de Salud, los puntos de conexión de oxígeno en el Magdalena son 146, y se encuentran distribuidos en los hospitales así: San Cristóbal de Ciénaga: 78; Fray Luis de Leon de Plato: 44; Santander Herrera de Pivijay: 16, San Rafael de Fundación: 7 y La Candelaria de El Banco: 1. (Ver Respuesta enviada por Sec. Salud Departamental)

Podemos decir entonces, que el asunto hasta aquí descrito, contrario a lo que ha dicho Carlos Caicedo Omar en medios de comunicación regional y nacional con bastante eco, no tiene nada que ver con las supuestas mafias locales con interlocución ante el gobierno central que le ponen palos a las ruedas de su gestión, sino más bien es producto de la ineptitud administrativa suya y de los subalternos que lo han acompañado en su vida pública, muchos de ellos (al igual que su jefe político) enjuiciados por corrupción y deficiencias en la estructuración, contratación y ejecución de contratos con recursos públicos.

Carlos Caicedo Omar, como se dijo en la primera parte de este artículo, teniendo los recursos económicos necesarios a su disposición no pudo ejecutarlos en su totalidad como ordena la ley e indica la lógica común, porque es incapaz de coordinar y hacer rendir aun equipo de trabajo y, porque sus intereses están centrados en eliminar del escenario político a sus competidores directos por cualquier vía, dejando de lado lo verdaderamente importante.