Santa Marta puesta ‘en jaque’ por crímenes y vandalismo: ¿y las autoridades?

Cuatro días consecutivos tiene Santa Marta viviendo ambientes tensos por cuenta de homicidios y actos vandálicos los cuales generan intranquilidad en la ciudadanía.

Las personas no se sienten seguras en una ciudad donde los atracos y homicidios siguen a la orden del día. En la tarde del sábado, la ciudad se conmocionó con el crimen de Erick Melo Solano a manos de un uniformado de la Policía.

Ese hecho desencadenó que a las calleras saliera una turba que quemó la motocicleta de un agente de tránsito en cercanías del CAI del Mercado, atacó a piedras las instalaciones de la Fiscalía y destruyeron algunos bienes públicos como semáforos y cámaras de fotomultas.

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Horas más tardes, en la noche de ese 15 de julio, un hombre fue asesinado a tiros en el barrio San Pablo.

El domingo la ciudad se mantuvo en una tensa calma que se desmoronó el lunes, cuando todo se volvió caótico luego que durante y después del sepelio de Melo Solano se vivieran desmanes y atracos por parte de antisociales que, muy distantes de manifestarse pacíficamente, optaron por acciones delincuenciales.

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También el lunes en la tarde, paralelo a los desórdenes que había, fue ultimado a bala un sujeto las afueras de la iglesia Santa Ana.

Entre tanto, el martes, un grupo de jóvenes, que, al parecer, inicialmente estaba jugando ‘bolas de candela’, saqueó inexplicablemente una droguería ubicada en la calle 30, en inmediaciones de la entrada al barrio El Pando. Como si fuera poco, este mismo grupo de vándalos habría atentado contra una chiva rumbera y sus ocupantes.

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Poco después de darse los desmanes del martes en la 30, se dio otro crimen en la ciudad. Esta vez, un sujeto fue atacado por sicarios en inmediaciones del barrio Divino Niño.

Sin embargo, aún cuando la ciudad está en zozobra por estos actos, las autoridades del Distrito permanecen en un rotundo y preocupante silencio. De hecho, solo se dirigieron a los medios y la opinión pública poco después del crimen de Erick Melo y solo secretario de Seguridad, Bladimir Torres, fue quien informó de la detención de tres personas por los robos presentados durante el sepelio del joven.

Desde entonces, ni la alcaldesa Virna Johnson, ni el coronel Yesid Montaño, comandante de la Policía Metropolitana, han salido a dar un parte de tranquilidad anunciando acciones contundentes contra las decenas de antisociales que han puesto en jaque la tranquilidad de Santa Marta en estos dos días.

En el caso de Johnson, sobre lo único que se manifiesta en sus redes durante estos días es en cuanto a los Juegos Suramericanos de Playa que organiza la ciudad. Por parte de las oficinas de prensa de la Alcaldía tampoco ha llegado información alguna referente a declaraciones oficiales de la alcaldesa.

Entre tanto, de la Policía no se ha conocido un pronunciamiento oficial sobre estos últimos actos que se han presentado, ni a través de los canales –como WhatsApp- que la Oficina de Comunicaciones Estratégicas maneja, ni en las redes oficiales.

Y así, la ciudad continúa reclamando una muestra de autoridad por parte de los funcionarios a quienes les compete, puesto que lo que se vive por estos días en Santa Marta solo reafirma que en la ciudad la inseguridad es imparable.