En Santa Marta, joven denuncia que taxista habría intentado drogarla

A través de su cuenta en Twitter, una joven samaria denunció haber vivido momentos de terror al abordar un taxi a las afueras del centro comercial Buenavista, luego que presuntamente el conductor intentara drogarlas.

Los hechos habrían ocurrido pasadas las nueve de la noche el 31 de marzo, luego que la denunciante, junto con su madre y su hermana, tuvieran que ir hasta las afueras del centro comercial para poder abordar un taxi, puesto que por las protestas que se estaban desarrollando por la falta de acueducto en la zona, no se permitiera el ingreso de estos vehículos al lugar.

De acuerdo a su relato, las tres mujeres tomaron el taxi en el semáforo que está al otro lado del Parque Lineal Los Trupillos, que se ubica justo al frente del Buenavista. Y desde allí empezó el terror.

“Al principio todo normal, pero al subirnos al taxi el conductor decidió aplicarle antibacterial en spray a las rejillas del aire del carro, por lo que procedemos a pedirle que baje las ventanas del carro y que apague al aire a lo que el conductor se niega, pero nosotras igual bajamos las ventadas de la parte de atrás del carro.

El taxista quiso escuchar una nota de voz y gracias a Dios el audio estaba conectado el bluetooth del carro. Tenía un grupo con fotos de mujeres y hacían comentarios muy subidos de tono entre todos. Cinco minutos después ni mi mamá o mi hermana eran del todo consientes” relató la joven.

Al notar el estado en el que se encontraban sus familiares, en un momento de lucidez decidió aguardar el momento en el que el hombre detuviera el vehículo en un semáforo, y bajarse.

“Esperé encontrar una calle con semáforos en rojo que nos permitiera salir corriendo del carro y correr de ser necesario. Logramos bajarnos del taxi, pero mi mamá perdió la noción de todo y el taxista la seguía llamando para que volviera a subir y ella iba hacerlo. Gracias a Dios nos encontramos con buenas personas que nos auxiliaron y el taxista tuvo que irse” mencionó.

Debido a la condición médica en la que quedó la joven, junto a su madre y hermana, tuvieron que trasladarse hasta una clínica, donde finalmente fueron atendidas y lograron contactar a sus familiares.

“Las tres terminamos en la clínica pero gracias a Dios no lograron hacernos algo peor. Mis efectos fueron tardíos en comparación de mi mamá y mi hermana, lo que nos salvó” concluyó.