Nueva Venecia no olvida: 25 años de la masacre y las heridas de la barbarie siguen vivas

Entre la noche del martes 21 de noviembre del año 2000 y la madrugada del 22, las aguas de la Ciénaga Grande de Santa Marta fueron teñidas con sangre por paramilitares del Frente Pivijay del Bloque Norte de las Autodefensas que perpetraron la más grande masacre del país comenzando el siglo XXI.

Según los registros oficiales de la época y sentencia del 20 de noviembre de 2014, la primera proferida por la Sala de Justicia  y Paz de Barranquilla, fueron 40 las personas asesinadas.

Sin embargo, los habitantes de la zona estiman que el número es incierto por los muertos que quedaron en el inmenso espejo de agua de más de 4.200 kilómetros cuadrados.

En Nueva Venecia se registró el mayor número de asesinatos, pero también cayeron pescadores de Buenavista, otra población palafítica de la Ciénaga Grande. 

Según recuerda Jesús Suárez, habitante de Nueva Venecia que ha documentado información sobre la masacre, “a las dos de la mañana empezó la reunión pública en la Plaza Pública”, epicentro de la barbarie paramilitar.

Un cuarto de siglo después, Zona Cero visitó estos pueblos palafitos en la Ciénaga Grande. Allí se recogieron testimonios de sobrevivientes de la matanza.

Transcurridos 25 años de la masacre, es poco lo que han cambiado estas poblaciones. Los recuerdos de la barbarie siguen vivos. No ha habido una reparación total. La ausencia del Estado sigue pero a sus habitantes aún le quedan sonrisas y esperanzas de unas mejores condiciones de vida.

Veinticinco años después de la masacre de Nueva Venecia, se han producido tres sentencias condenatorias ejecutoriadas de la jurisdicción de Justicia y Paz, creada para atender los procesos de los paramilitares, después del final de la desmovilización de las Autodefensas, en 2006. Pero nada ni nadie puede devolverle la vida a los asesinados. Ni la alegría a sus familiares.

Por:
Jorge Castro Avendaño