Fuerza Armada de Venezuela apoya a Maduro en medio de represión a opositores

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) reafirmó este martes su “absoluta lealtad” al presidente Nicolás Maduro, calificando de “desesperados y sediciosos” los llamados de apoyo de la oposición. Esta declaración se produce en medio de acusaciones de fraude en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.

La líder opositora María Corina Machado, quien denunció una “campaña de terror” en el país, junto con su candidato Edmundo González Urrutia, publicaron el lunes una carta abierta a militares y policías. En el documento, defendían su supuesta victoria en las elecciones y llamaban a los uniformados a “ponerse al lado del pueblo”.

En respuesta, el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, descalificó el comunicado como un “panfleto” y los pedidos de apoyo como “desesperados y sediciosos”. Padrino, acompañado del alto mando militar y policial, afirmó: “Estos llamados fatuos e irracionales buscan resquebrajar nuestra unidad e institucionalidad, pero jamás lo lograrán”. También reiteró la lealtad de la FANB a Nicolás Maduro, quien fue reelecto para el período presidencial 2025-2031.

En un contexto de creciente represión y detenciones arbitrarias en el país, Maduro ascendió a cinco generales y doce coroneles del Ejército. Según Infobae, este gesto se enmarca en una serie de medidas que algunos críticos consideran meramente simbólicas.

Un teniente coronel de la Guardia Nacional (GNB) comentó que, en lugar de mejorar las condiciones de seguridad social de los militares, Maduro ha optado por otorgar medallas sin impacto real en su calidad de vida.

La Fiscalía ha abierto una investigación penal contra Machado y González Urrutia por “instigación a la insurrección” y “conspiración”. La semana pasada, Maduro pidió prisión para ambos. La Unión Europea, Estados Unidos y varios países latinoamericanos han cuestionado la legitimidad de la reelección de Maduro y han pedido el cese de lo que consideran una “campaña de intimidación judicial”.

El Consejo Nacional Electoral (CNE), señalado por la oposición como parcializado al chavismo, proclamó a Maduro como presidente reelecto con el 52% de los votos frente al 43% de González Urrutia. Las manifestaciones que estallaron tras el anuncio resultaron en al menos 11 civiles muertos, según organizaciones de derechos humanos.

Maduro ha reportado más de 2,000 detenidos y dos militares muertos en las protestas, que el presidente califica como parte de un intento de derrocamiento. La página web del CNE ha estado inactiva desde la elección, alegando un hackeo que expertos cuestionan. Machado y González han publicado copias de más del 80% de las actas de votación, asegurando tener evidencia de su victoria.

Padrino descalificó los reclamos opositores como parte de una “corriente fascista” que promueve una victoria electoral falsa basada en encuestas erróneas y campañas mediáticas.

La influencia de los militares en Venezuela se extiende más allá del ámbito de la defensa, con control sobre industrias clave como minería, petróleo y distribución de alimentos, así como en la administración de aduanas y 12 de los 34 ministerios del país.

Maduro también ha instado a sus seguidores a boicotear la aplicación de mensajería WhatsApp, alegando que los defensores de su reelección han recibido “amenazas” a través de esta plataforma. El futuro de la elección ahora descansa en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que ha convocado a los candidatos para que presenten sus pruebas y respondan preguntas sobre el proceso. González Urrutia comparecerá el miércoles, mientras que Maduro lo hará el viernes. La oposición considera al TSJ como un órgano subyugado al chavismo, y académicos y políticos cuestionan la procedencia del caso.