El sueño de Silva se convirtió en una ‘pesadilla’ para la hinchada del Unión

Carlos Silva dijo en una ocasión que soñaba con dirigir al Unión Magdalena en la A con jugadores que compartieran con él en las categorías menores y lo logró; sin embargo, su anhelo se convirtió en una pesadilla para la hinchada: El equipo está actualmente en el sótano del descenso y del ‘todos contra todos’ de la Liga BetPlay-2022.

El timonel que tomó al Unión Magdalena faltando 9 fechas para finalizar la temporada del 2019-ll y que al final no pudo salvar al ‘Ciclón’ del descenso, comentó en esa ocasión: “Todo un desafío, de pronto las condiciones no son las que cualquier entrenador quisiera, pero hay que confiar en las capacidades, en las ideas y los conocimientos que se han adquirido en el tiempo para resolver ese tipo de situaciones”.

En esa oportunidad Silva se expresaba así, porque llegaba con el ‘cuchillo entre los dientes’ por la posición que estaba el equipo en la pelea por no descender y porque su intención era asumir las riendas desde el comienzo de la temporada teniendo un conjunto cargado de jugadores de las divisiones menores. El sueño se le hizo realidad en esta campaña, no obstante, no pudo mantener el barco flotando.

“El escudo del Unión Magdalena es mi mayor motivación para venir a dirigir. Yo tenía un acuerdo con el dueño del equipo desde que llegue de Perú, en mi mente, en mi cabeza, tenía pensando ser el entrenador del Unión en el 2021, cuando los muchachos nacidos en el 2000 estuvieran jugando profesional”, declaró el DT en esa ocasión.

Y es que nada le salió al estratega, a pesar de que ‘El Ciclón’ tuvo momentos de fútbol, se le planteó al Tolima en su casa, bailó en el primer tiempo en casa a Alianza, a Nacional se le plantó en el ‘Atanasio Girardot y le jugó también una primera mitad a Santa Fe, pero los resultados no se lograron.

A pesar de no sumar, Silva decía que hasta el final iba a mantener su ideología, que era salir a jugar sin importar el rival y la cancha donde jugaban.

Al final Silva se despide del banquillo con solo dos triunfos, tres empates y 10 derrotas, en 15 partidos disputados, en los que sus dirigidos marcaron siete tantos y recibieron 21, para un promedio de -14.

Al timonel samario le quedará el gusto de haber ascendido al equipo en dos años de lucha en la B y el conseguir un título también en esa categoría.